
Un proyecto de Melbourne se ha sumado a la campaña para impulsar el movimiento australiano de las torres de madera y reducir la enorme huella ambiental del sector de la construcción, pero el aumento de los costes y el temor a los riesgos de incendio siguen planteando obstáculos.
Collingwood acogerá en breve una torre de oficinas híbrida de madera de 15 plantas -uno de los edificios de madera más altos de Australia- en la que 10 niveles están hechos totalmente de madera sobre cuatro plantas de hormigón.
La torre, llamada T3 Collingwood y promovida por la empresa inmobiliaria Hines, es uno de los muchos proyectos recientes de madera en Australia que podrían indicar que el país está siguiendo una tendencia bien establecida en Estados Unidos y Europa.
Una tendencia establecida en Europa y Estados Unidos
Se utilizarán unos 3.500 metros cúbicos de madera en la estructura del T3 Collingwood antes de su finalización, prevista para septiembre.
Parece mucha tala de árboles, pero algunos expertos afirman que la construcción en madera es crucial para reducir las emisiones de carbono y facilitar el proceso de edificación.

En todo el mundo, las industrias del acero, el cemento y el aluminio producen cada una alrededor del 8% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero. Las únicas emisiones asociadas al uso de la madera como material de construcción proceden de la maquinaria utilizada para procesarla y transportarla.
En noviembre, el gobierno federal anunció una inversión de 70 millones de dólares en el proyecto de Hines, convirtiéndolo en el primero financiado por el programa gubernamental de 300 millones de dólares para impulsar la construcción masiva con madera.

El director gerente de Hines, Simon Nasa, declaró que un análisis de la empresa demostró que la torre de Collingwood tendría una huella de carbono incorporada -las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la construcción- un 40% menor que una estructura equivalente de hormigón y acero.
«La fabricación de acero y hormigón genera una cantidad considerable de carbono, mientras que la madera absorbe carbono [en su fase de crecimiento] y sigue siendo un almacén natural de carbono», explicó la Nasa.
Cada vez más asentado en Australia
Hasta la mitad del peso en seco de la madera es carbono eliminado del aire, y Hines utiliza madera cultivada y aserrada de forma sostenible en Victoria para reducir las emisiones relacionadas con el transporte.
Afirmó que uno de los principales retos del sector australiano de la construcción en madera era su limitada cadena de suministro, pero que esta situación estaba cambiando con más inversiones y nuevos actores en la producción y la fabricación.
El diseñador urbano Andy Fergus afirmó que, a pesar de los grandes proyectos, como los apartamentos Forte de Lendlease en Docklands y el rascacielos híbrido de madera de 40 plantas de la empresa tecnológica Atlassian en Sídney, actualmente en construcción, los edificios de madera no han despegado en Australia, en parte debido a la estricta normativa contra incendios del país.
«Las consecuencias de la cuestión de los revestimientos inflamables hicieron que aumentara la reglamentación y que el miedo invadiera el sector. Eso asustó a muchos promotores y les impidió realizar obras más innovadoras», explica Fergus.